Las autoridades mexicanas han alcanzado un acuerdo con el presidente de Estados Unidos para intensificar los esfuerzos conjuntos en la lucha contra el tráfico de drogas a través de la frontera compartida. Este pacto busca fortalecer las medidas de seguridad y vigilancia, así como mejorar la cooperación entre ambos países en materia de inteligencia y operativos antidrogas. Se espera que estas acciones contribuyan a reducir el flujo de sustancias ilícitas hacia territorio estadounidense, enfrentando así un problema que ha generado tensiones en la relación bilateral.
El acuerdo incluye el incremento de recursos tecnológicos en los puntos fronterizos y un mayor intercambio de información para identificar y desarticular organizaciones delictivas. Además, ambos países se han comprometido a implementar programas de prevención y tratamiento de adicciones, enfocándose en reducir la demanda interna de drogas. Esta colaboración refleja un interés renovado por abordar un desafío que afecta la seguridad y la salud pública en ambos lados de la frontera. Los líderes de ambos países expresaron su optimismo en que esta alianza contribuirá a mejoras significativas en la seguridad regional.
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