La campaña «Stop Censoring Abortion» ha sacado a la luz inquietantes casos de censura en redes sociales que afectan al contenido relacionado con el aborto. Activistas y organizaciones han denunciado que sus publicaciones han sido eliminadas o restringidas, perjudicando la visibilidad de información crucial para quienes buscan apoyo.
Uno de los casos más notables es el de la Miscarriage and Abortion Hotline (M+A Hotline), que desde 2019 ofrece asesoramiento gratuito y confidencial sobre abortos y pérdidas gestacionales. En 2022, recibían entre 25 y 45 consultas diarias. Sin embargo, en marzo de 2025, su cuenta de Instagram fue objeto de eliminación de varias publicaciones y restricciones que le impidieron participar en transmisiones en vivo hasta junio.
Meta, la empresa matriz de Instagram, justificó estas acciones afirmando que la cuenta violaba directrices sobre la venta de bienes ilegales o regulados, a pesar de que las pautas no prohíben directamente la educación sobre acceso legal a medicamentos abortivos. La M+A Hotline no vende estos medicamentos, sino que proporciona información sobre su uso seguro y legal. Aún así, más de diez publicaciones fueron eliminadas.
Esta situación expone una aparente desproporción en el escrutinio del contenido relacionado con el aborto, a pesar de las declaraciones previas de Meta de que la información educativa no infringe sus normas comunitarias. La falta de claridad genera un ambiente inseguro para quienes buscan compartir o acceder a información sobre salud reproductiva, ya que las políticas de Meta apenas mencionan el término «aborto».
Además, muchos intentos de restaurar el contenido eliminado han fracasado, provocando frustración. Esto subraya la urgente necesidad de que Meta mejore la precisión, consistencia y transparencia en sus estándares, especialmente en temas de salud reproductiva.
En un entorno donde el acceso a información sobre el aborto es continuamente atacado, es crucial que plataformas como Meta no empeoren la situación silenciando a proveedores de atención médica y suprimiendo información vital. La lucha contra la censura en línea es esencial para garantizar el derecho a acceder y compartir información veraz sobre salud reproductiva.