En una reunión celebrada en Berlín, el presidente del Gobierno español y el canciller alemán pusieron de manifiesto sus divergencias en torno a la situación en Gaza y el reconocimiento oficial de Palestina. Mientras el mandatario español describió la situación en Gaza como un «genocidio» y abogó por un reconocimiento inmediato del Estado palestino, su homólogo alemán fue más cauto, subrayando la necesidad de un enfoque equilibrado que incluya garantías para la seguridad de Israel y la estabilidad en la región.
Las diferencias se hicieron evidentes durante la conferencia de prensa conjunta, donde ambos líderes expusieron sus posturas contrastantes sobre cómo proceder ante el conflicto. El presidente español urgió a la comunidad internacional a tomar medidas más decisivas, argumentando que solo un reconocimiento pleno de Palestina podría avanzar hacia la paz duradera. El canciller alemán, sin embargo, insistió en la importancia de un proceso negociado y alertó sobre los riesgos de decisiones unilaterales que puedan exacerbar las tensiones.
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