Madrid se ha consolidado como un referente en longevidad a nivel europeo, gracias a una combinación de políticas públicas eficaces, un sistema de salud de clase mundial y una dieta equilibrada. Este marco ha permitido que los centenarios y supercentenarios de la región no solo alcancen, sino que también aspiren a los 120 años en óptimas condiciones de salud.
Entre estos notables longevos se encuentra Mercedes Álvarez Montero, quien acaba de cumplir 107 años. Mercedes, con una formación universitaria y una mente lúcida, comparte con entusiasmo los secretos de su longevidad: llevar una vida saludable, mantener recuerdos positivos, tener fe y abordar la vida con optimismo. En sus propias palabras: “Estoy muy tranquila, tengo a mis hijos y nietos bien. Duermo sin preocupaciones”. Estas sencillas pero sabias palabras han resonado profundamente, viralizándose en redes sociales con más de 7 millones de visitas.
El doctor Manuel de la Peña, experto en longevidad, ha tenido el privilegio de conocer a Mercedes. Según él, su salud excepcional se debe a una vida disciplinada y a una actitud positiva. A los 106 años, Mercedes se sometió a una operación para reemplazar la batería de su marcapasos, demostrando que incluso en una edad tan avanzada la medicina puede ofrecer calidad de vida.
Mercedes rinde homenaje a sus raíces, recordando a su padre, un teniente general, y a su abuelo, un militar destacado. A pesar de haber vivido la guerra civil y enfrentado diversas adversidades, su capacidad para mantenerse positiva ha sido clave para su bienestar general. Su corazón se mantiene saludable y su tensión arterial está bajo control, superando varios parámetros médicos.
En reconocimiento a su inspiradora vida, el doctor de la Peña le regaló su libro «Guía para vivir sanos 120 años», que recopila experiencias de supercentenarios. Manuel de la Peña, distinguido como embajador de la salud y la vida por la Academia de la Diplomacia, sigue impulsando el estudio de la longevidad, subrayando la vital importancia de la salud en la vida de las personas mayores.
Madrid continúa liderando con su ejemplo, inspirando no solo por sus cifras de longevidad, sino también por la calidad de vida que sus habitantes mayores disfrutan y transmiten a las generaciones venideras.