En los últimos años, ha crecido notablemente el número de empresas que se especializan en la organización de rastrillos o ventas de garaje, facilitando a las familias el proceso de desmantelar viviendas. Estos negocios se enfocan en la venta de muebles y objetos acumulados durante años, permitiendo a los propietarios obtener un ingreso adicional mientras se desprenden de artículos que ya no necesitan. Esta tendencia responde a un cambio en el comportamiento de los consumidores, quienes ahora buscan opciones más sostenibles y económicas para deshacerse de sus pertenencias, además de enfrentar cada vez más situaciones de mudanzas, herencias o simplemente deseo de renovación.
Este fenómeno no solo beneficia a las familias, sino también dinamiza el mercado de segunda mano y promueve el consumo responsable. Los organizadores de rastrillos ofrecen un servicio integral que incluye la catalogación, exhibición y venta de los artículos, brindando a los clientes la posibilidad de adquirir productos únicos a precios accesibles. Las empresas del sector han visto un aumento en la demanda de sus servicios, impulsado por la creciente conciencia sobre la sostenibilidad y el reciclaje, así como la búsqueda de experiencias de compra más personalizadas y menos convencionales. Este nicho de mercado no solo resuelve un problema logístico para muchas familias, sino que también contribuye a la economía circular, fomentando la reutilización y el aprovechamiento de recursos.
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