El curso escolar 2023-24 concluyó el 21 de junio, tras un periodo marcado por la gestión del nuevo conseller de educación, Sr. Rovira. Al asumir el cargo, Rovira implementó cambios disruptivos, incluyendo la eliminación de numerosas comisiones de servicio y la modificación de horarios escolares, justificándolos con un incremento de horas en inglés y matemáticas. El desorden administrativo y las excusas para culpar al gobierno anterior fueron notorias. Aunque se presentaron cifras optimistas al inicio del curso, la realidad fue la degradación de la educación pública, con reducciones significativas en plazas y recursos. Además, se introdujeron polémicas medidas que favorecen la segregación del alumnado bajo la bandera de la «libertad educativa». Estos acciones han suscitado críticas y generado un clima de incertidumbre y protesta en el sistema educativo valenciano.
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