Una semana después de la investidura de Donald Trump como el presidente número 47 de Estados Unidos, su esposa, Melania Trump, ha capturado la atención pública. El lunes 27 de enero, su oficina lanzó su retrato oficial en blanco y negro, donde se ve a la primera dama de pie, apoyada sobre una mesa transparente, vestida con un traje negro, y con el icónico Obelisco de Washington como telón de fondo. La imagen fue acompañada de un comunicado de la Casa Blanca que señala que el retrato se tomó en el despacho oval amarillo, situado sobre el famoso Despacho Oval. Este contexto simbólico parece subrayar un guiño profesional al presentarla como una mujer trabajadora, en un espacio privado, pero justo sobre la oficina más reconocida de la presidencia.
Régine Mahaux, una fotógrafa belga afincada en Francia, fue la encargada de realizar el retrato de Melania Trump. Mahaux es conocida por sus capturas de celebridades y figuras prominentes como Robert de Niro y Roger Federer, y sus obras han sido publicadas en revistas de renombre como «Elle», «Paris Match», «Marie Claire» y «Vanity Fair». A diferencia de un retrato previo de 2017, donde Melania se mostró en color y con joyas visibles, este nuevo retrato es más sobrio, sin joyas y con una apariencia más seria, proyectando una imagen más distante. A pesar de la presentación de esta imagen poderosa y profesional, se sabe poco sobre las funciones que Melania Trump asumirá durante el mandato de su esposo, aunque ha expresado su intención de seguir trabajando en la lucha contra el acoso infantil en redes, iniciativa que impulsó durante la primera campaña presidencial de su marido.
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