La planta de tratamiento de aguas residuales (EDAR) de Navas del Rey, en la Comunidad de Madrid, se prepara para someterse a una ambiciosa remodelación con el objetivo de optimizar su eficiencia y capacidad. Esta instalación, que lleva operativa desde mediados de los años 80, tiene la capacidad de depurar hasta 2.000 metros cúbicos diarios. Las obras, que se prolongarán por un periodo de dos años, buscan modernizar la fase de pretratamiento y ampliar su funcionalidad mediante la implementación de diversas mejoras estructurales.
El proyecto contempla la construcción de un pozo diseñado para retener sólidos de gran tamaño, junto con la instalación de tamices y rejas de desbaste actualizados. Estas acciones permitirán eficientar el tratamiento inicial de las aguas. Además, la construcción de un tanque de tormentas con una capacidad de 60 metros cúbicos se proyecta como una solución clave para gestionar los picos de caudal durante episodios de lluvias intensas, asegurando así la continuidad del servicio sin la amenaza de desbordamientos.
Para mejorar el proceso de vertido del agua tratada, se configurará un nuevo emisario que mantendrá el punto de vertido actual en un trazado optimizado que evita tramos desfavorables. Esta nueva conducción, con una longitud de 295 metros y un diámetro de 500 milímetros, sin duda facilitará una descarga eficiente y mejorará el manejo de los caudales.
En paralelo a estas medidas técnicas, se prevé también la restauración paisajística del entorno circundante a la planta. La creación de dos nuevas zonas húmedas con vegetación autóctona, junto al arroyo Las Mojoneras, añadirá valor ecológico a la zona, fomentando un ecosistema más armonioso.
Canal de Isabel II, la empresa pública encargada de la gestión del agua en la región, representa un papel crucial en este tipo de actuaciones. Con la gestión de 155 depuradoras en toda la Comunidad de Madrid, su labor es esencial para asegurar el tratamiento adecuado de las aguas residuales procedentes de más de 7 millones de habitantes. Su Plan Estratégico 2025-2030 apunta inversiones de 800 millones de euros en mejoras de infraestructuras, con especial hincapié en la implementación de tecnología avanzada para minimizar el impacto ambiental del proceso de saneamiento.
Con casi 175 años de historia, Canal de Isabel II continúa siendo un pilar en la gestión del ciclo integral del agua, no solo en términos de abastecimiento y saneamiento, sino también en innovación y sostenibilidad ambiental. Sus esfuerzos por mantener infraestructuras robustas y eficientes son una garantía de calidad para los ciudadanos madrileños, apoyando una convivencia sostenible con el entorno natural.