Rozas de Puerto Real, un pequeño municipio de la Comunidad de Madrid, se convierte en un ejemplo de cómo el tamaño no define la calidad de vida que se le puede ofrecer a sus vecinos. El esfuerzo constante del municipio por dotarse de instalaciones deportivas de primer nivel ha atraído la atención, y el apoyo no ha tardado en llegar. García Martín, una de las figuras al frente de esta iniciativa, resalta que al margen de su reducido tamaño, Rozas de Puerto Real lleva años apostando por instalaciones que permitan a sus habitantes disfrutar de diversas actividades deportivas.
La reciente incorporación de equipamiento moderno en el gimnasio local es un ejemplo claro de esta apuesta. Financiado a través del Programa de Inversión Regional (PIR), el gimnasio ahora cuenta con máquinas de musculación de última generación, bicicletas de spinning y cintas de correr, repartidas en dos salas dedicadas al uso de los vecinos. Este esfuerzo no es aislado. En el pasado, el consistorio ha recurrido igualmente a los fondos del PIR para erigir una nueva pista de tenis y dos de pádel cubiertas, representando una inversión de 173.890 euros.
El polideportivo local ha sido equipado además con un pabellón multiusos, un campo de fútbol de césped artificial y una piscina, consolidando al municipio como uno de los mejor preparados para satisfacer las demandas deportivas de su población.
Hasta ahora, el PIR ha sido responsable de 115 obras, distribuidas en 67 municipios madrileños, con una inversión acumulada de 50 millones de euros. Estas obras incluyen la construcción y mejora de vestuarios, salas multiusos, pistas de skate, piscinas, campos de fútbol y gradas, entre otras importantes infraestructuras.
Pero Rozas de Puerto Real mira también al futuro. Esta semana han comenzado con fondos del PIR 2022/26 las obras de urbanización en una parcela de 30.000 metros cuadrados, destinada a la construcción de 54 viviendas. Para este ambicioso proyecto, el Gobierno autonómico ha asignado cerca de 2 millones de euros a la localidad.
García Martín resume el sentir del proyecto apuntando que el apoyo a tales iniciativas es esencial «para el beneficio de los madrileños». Rozas de Puerto Real se perfila como un vivo ejemplo de cómo, mediante una administración eficiente y un plan de desarrollo estratégico, incluso los municipios más pequeños pueden ofrecer un entorno de alta calidad de vida a sus habitantes.