El verano en España implica un desafío para la salud del cabello, especialmente para quienes lo tienen decolorado. Las altas temperaturas, la exposición al sol y el contacto con cloro y sal contribuyen a que el pelo se deshidrate y se vuelva frágil. Según expertos, la decoloración agrava esta situación, dejando el cabello seco y quebradizo al romper la unión de proteínas y lípidos que forman su estructura. Aunque la dermatóloga Pilar Ochoa señala que este tipo de daño no es reversible, recalca que es posible mejorar su apariencia y prevenir un deterioro mayor.
Para restaurar la salud del cabello dañado, Ochoa sugiere tratamientos que incorporen ingredientes probados como el aceite de argán, que hidrata y aporta brillo; las proteínas hidrolizadas, que mejoran la resistencia del cabello; y siliconas, que facilitan el peinado. Además, destaca la importancia de evitar productos con alcoholes secantes y sulfatos agresivos, así como el uso de calor sin protección. A pesar de que la decoloración puede causar daños significativos, con el cuidado adecuado, es posible recuperar la vitalidad del cabello, aunque advierte que no hay soluciones milagrosas.
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