Esta semana se conmemoran 50 años de la trágica muerte del maestro en la sierra de Guadarrama, un suceso que aún resuena en la memoria de muchos. La finca de Amelia Pérez Tabernero fue el escenario de un accidente que dejó una profunda huella en el ámbito cultural y social del país. En aquel fatídico día, la comunidad perdió a una figura emblemática, cuyo legado continúa inspirando a generaciones. Aunque detalles del incidente han sido discutidos y analizados, el impacto de su partida permanece inalterable.
A medida que se acerca el aniversario, varios eventos están programados para honrar su vida y obra. Exposiciones, conferencias y documentales intentarán capturar la esencia de su influencia en el mundo artístico y educativo. Estas iniciativas buscan no solo rendir homenaje, sino también perpetuar la enseñanza del maestro en un contexto contemporáneo. La finca, testigo silencioso de aquella pérdida, recibirá a admiradores y expertos que debatirán sobre su legado y su relevancia en la actualidad.
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