El número de puestos ofertados este año en el ámbito de Atención Primaria en la Comunidad de Madrid ha experimentado una notable reducción respecto al año anterior. Mientras que en 2022 se propusieron 202 plazas, en el presente año la cifra se ha reducido significativamente, en parte gracias a la mejora en la cobertura de recursos humanos en este sector asistencial.
A pesar de esta reducción, los resultados son positivos, ya que dos pediatras que finalizaron su formación en el Servicio Madrileño de Salud han optado por incorporarse a Atención Primaria, aunque esta área no presenta una categoría específica para su especialidad. Este año se han puesto a disposición 29 plazas en los centros de salud públicos de la región, una disminución respecto a las 53 del año pasado. Sin embargo, se ha logrado cubrir el 6,9% de las plazas, comparado con el 1,9% de la convocatoria anterior.
Este éxito se atribuye a la labor de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria. Durante el último año, han informado a los residentes sobre las condiciones laborales que ofrece el sistema sanitario público madrileño, con la consejera de Sanidad, Fátima Matute, participando activamente en reuniones con los médicos internos residentes (MIR).
Por segundo año consecutivo, los residentes han acogido favorablemente la medida que permite optar por trabajar conjuntamente en un mismo centro de salud, lo que ha ayudado a cubrir plantillas en centros con dificultades. Cinco dispositivos de Atención Primaria han podido completar su equipo médico gracias a esta iniciativa.
Además, se ha lanzado un nuevo programa por el cual 17 médicos trabajarán cuatro días a la semana en su centro de referencia y un día en otro con necesidades asistenciales.
La Comunidad de Madrid sigue siendo pionera en ofrecer incentivos específicos para atraer y mantener a los pediatras y médicos de familia en Atención Primaria. Se ofrecen 450 euros adicionales en la nómina a los facultativos de ciertas categorías, sumado a otros extras por horarios de tarde, mixtos o trabajo en zonas rurales.
Además de los incentivos económicos, se han implementado medidas para facilitar la conciliación laboral y familiar. Estas incluyen turnos mixtos, acceso a formación continua, y apoyo en el desarrollo de proyectos de investigación. También se están poniendo en marcha herramientas tecnológicas para mejorar la eficiencia y competencia profesional en los centros de salud.
La combinación de incentivos económicos y mejoras laborales parece estar dando sus frutos, propiciando un ambiente más atractivo para los profesionales de la salud en la región madrileña.