Un médico fue denunciado por una paciente que asegura haber sido víctima de tocamientos indebidos y grabaciones no autorizadas durante una consulta en la clínica donde trabajaba. Según fuentes cercanas al caso, la paciente relató que el médico supuestamente usó su teléfono móvil para registrar imágenes sin su consentimiento en un contexto que debería haber sido estrictamente profesional. Este incidente ha generado conmoción y un intenso debate sobre la ética y la privacidad en el ámbito médico, poniendo en tela de juicio la confianza que los pacientes depositan en sus proveedores de atención sanitaria.
Las autoridades han iniciado una investigación sobre las acusaciones y ya han comenzado a recabar pruebas, incluyendo el testimonio de la víctima y cualquier evidencia digital que pueda estar presente en el dispositivo del acusado. La comunidad médica ha expresado su repudio ante estos actos, reiterando la importancia de mantener altos estándares de conducta profesional. Este caso subraya la necesidad de protocolos más estrictos para proteger la integridad y la privacidad de los pacientes, recordando a la sociedad la importancia de denunciar cualquier conducta inapropiada por profesionales en posiciones de poder.
Leer noticia completa en El Mundo.