La tensión entre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha escalado tras un intercambio de acusaciones relacionado con la gestión de la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Mazón ha respondido a Ribera con un mensaje tajante en sus redes sociales: «Basta de manipulaciones», acompañado de un pantallazo de un SMS supuestamente enviado por Ribera donde se mostraba preocupada por la situación y ofrecía ayuda. La pulla de Mazón surge después de que Ribera declarara que, durante la crisis, había tenido dificultades para contactar con él, asegurando que le tomó «hasta cuatro llamadas» lograrlo en un momento crítico.
Por su parte, Ribera ha defendido su actuación y criticó la falta de respuesta oportuna del presidente valenciano. En una intervención en un programa de radio, Ribera contó que intentó localizar a Mazón tras ser informada por el secretario de Estado sobre la gravedad de la situación, pero recibió una respuesta que consideró insuficiente y preocupante dada la «alerta tan grave». Ribera subrayó la eficacia del Estado autonómico, planteando si el problema radica en la gestión individual de Mazón o en un desacuerdo más amplio con su partido. Este enfrentamiento subraya tensiones políticas en la gestión de emergencias, reflejando la preocupación sobre la coordinación y respuesta institucional ante desastres naturales.
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