El presidente de la Generalitat Valenciana ha llevado a cabo su tercer ajuste en el gabinete desde el inicio de su mandato. Aunque los cambios buscan optimizar el funcionamiento y adaptarse a nuevas prioridades políticas, la única salida confirmada hasta el momento del Consell es la de Nuria Montes, quien ostentaba un cargo clave en el gobierno regional. La reestructuración responde tanto a la necesidad de revitalizar ciertas áreas estratégicas como a las presiones políticas internas para incorporar nuevos perfiles que puedan aportar frescura y experiencia en la gestión pública valenciana.
La salida de Montes ha generado diversas especulaciones en el ámbito político, señalando la posibilidad de que se trate de un movimiento estratégico en el seno del gobierno autonómico para mantener alianzas y satisfacer a distintos sectores políticos. A pesar de la salida, fuentes cercanas al gobierno aseguran que la estabilidad del Consell no se ve comprometida y que estos cambios forman parte de la dinámica natural de evolución y adaptación de un equipo de gobierno en su esfuerzo por satisfacer las demandas de la ciudadanía valenciana. Con este ajuste, se busca reforzar la confianza en la gestión y proyectar una imagen de renovación constante ante los desafíos que enfrenta la comunidad autónoma.
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