Chile busca redefinir su futuro energético al aprovechar el inmenso potencial solar del Desierto de Atacama, que cuenta con la mayor radiación solar del planeta. Esta región podría generar hasta 108.000 TWh con solo ocho horas de captación solar, 27 veces el consumo anual de electricidad de Estados Unidos. Actualmente, gran parte de esta energía se desperdicia debido a la falta de infraestructura de transmisión adecuada. Convertir este recurso en energías renovables eficientes podría no solo abastecer hogares y fábricas, sino también fomentar industrias innovadoras como el hidrógeno verde y los centros de datos sostenibles.
El país, conocido por sus vastos recursos de cobre y litio, ahora tiene la oportunidad de transformarse en una potencia energética digital. La visión es instalar clústeres de supercomputadoras en el norte, utilizando el Sol chileno para alimentar y enfriar estas instalaciones de manera eficiente y ecológica. Para lograrlo, Chile debe invertir en infraestructura sólida, almacenamiento de energía y la formación de capital humano técnico. La meta es expandir las capacidades tecnológicas y científicas, posicionando a Chile no solo como productor de materias primas, sino como un líder en el desarrollo y exportación de tecnología avanzada.
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