Leo Messi, actualmente en Miami, se une a su esposa para presenciar el espectacular regreso de Novak Djokovic, quien ha retornado al centro de atención del tenis mundial. A sus casi 38 años, Djokovic, tras una etapa de bajo rendimiento, demuestra ser un competidor tenaz y perdurable, venciendo a Grigor Dimitrov con un contundente 6-2, 6-3 en la semifinal del Masters 1000 de Miami. Esta victoria le permite alcanzar su octava final en este torneo, igualando la marca histórica de Andre Agassi. A pesar de haber sido descartado por algunos críticos debido a su edad y caídas recientes, Djokovic está a un paso de conseguir su título número 100, un logro que lo colocaría junto a leyendas como Jimmy Connors y Roger Federer.
En el partido, Djokovic mostró una destreza imponente en el servicio, logrando un inédito 87% de primeros servicios, demostrando que su talento y habilidad permanecen intactos. Dimitrov, aunque fue el primero en romper el servicio de Djokovic, no pudo mantener la ventaja, sucumbiendo ante la impecable jugabilidad del serbio que llevó el encuentro con autoridad, ritmo y un control absoluto sobre el juego. Aunque Djokovic ya no cuenta con la vitalidad de sus años mozos, su inteligencia y estrategia compensan cualquier déficit físico, manteniéndolo como una figura dominante. A medida que se aproxima al simbólico centenario, su determinación no muestra signos de decaer, reafirmando que, aunque las dificultades aparezcan, siempre encuentra la manera de superarlas y permanecer en la cúspide del tenis mundial.
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