El portavoz del Ejecutivo regional ha calificado como «un elemento de agitación y propaganda, una performance» a la reciente manifestación organizada en la ciudad capitalina. Según él, el evento carece de sustancia política real y está diseñado más como un espectáculo para captar la atención mediática y generar controversia. Ha argumentado que este tipo de acciones distraen de los problemas reales que afectan a la ciudadanía y no contribuyen al diálogo constructivo necesario para abordar los desafíos de la región.
En respuesta, los organizadores de la manifestación han defendido su importancia como un levantamiento legítimo de voces y preocupaciones de los ciudadanos de a pie. Aseguran que su intención no es solo llamar la atención, sino también poner en la agenda pública temas que consideran urgentes y que, según ellos, no están recibiendo la atención adecuada por parte del gobierno regional. Mientras tanto, el debate sobre la efectividad y el propósito de tales manifestaciones sigue siendo un tema candente entre los políticos, los medios y la opinión pública.
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