La acelerada implementación de la plataforma ImmigrationOS, desarrollada por Palantir para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), marca un preocupante avance en la automatización de los procesos de identificación y deportación de individuos en Estados Unidos. La tecnología, financiada con un contrato de 30 millones de dólares, se presenta como un sistema avanzado para aumentar la eficiencia en las deportaciones, permitiendo extender su alcance incluso a ciudadanos estadounidenses. Este avance ha sido posible gracias a la colaboración de Elon Musk, quien, según denuncias, ha facilitado el acceso no autorizado a datos gubernamentales a través de la piratería de cuentas en la nube de Microsoft, desactivando medidas de seguridad y empleando herramientas para la extracción de información confidencial.
La centralización de esta información está permitiendo la categorización de personas según características específicas, que van desde inmigrantes con ciertos perfiles hasta ciudadanos con actividades políticas o sociales consideradas indeseables, como líderes sindicales o médicos que practican abortos. Estos grupos se enfrentan a la amenaza de intimidación, despido e incluso deportación al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, administrado por Nayib Bukele. En dicho centro, las personas pueden ser detenidas indefinidamente sin garantías legales, bajo un acuerdo económico altamente lucrativo para El Salvador. La falta de supervisión y la posible violación de derechos humanos han levantado alarmas sobre la posible instauración de un sistema automatizado de medidas represivas, lo que ha llevado a voces críticas a advertir sobre los peligros de un régimen autoritario, instando a resistir esta maquinaria a distintos niveles de la esfera pública.
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