El exministro marroquí Mohamed Ziane, de 83 años, enfrenta un rápido deterioro de salud tras pasar casi dos años en prisión, alarmando a familiares y organismos internacionales. La oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha solicitado al gobierno marroquí que brinde a Ziane la asistencia médica necesaria. Sin embargo, a pesar de las peticiones y la intervención de la ONU, Mohamed VI no ha incluido a Ziane en las recientes concesiones de indultos reales que beneficiaron a miles de personas. La familia de Ziane, radicada en España, clama por su liberación y pide al gobierno español que solicite su extradición, apelando a las buenas relaciones diplomáticas entre ambos países.
Ziane, conocido como «el preso más viejo del mundo», fue arrestado y sentenciado a seis años de prisión tras criticar abiertamente al rey marroquí y su gestión desde el extranjero. A pesar de sus problemas de salud y las condiciones precarias en prisión, las autoridades marroquíes no han mostrado flexibilidad en su caso. Fuentes cercanas al exministro indican que su detención es vista como un mensaje para silenciar a la élite y cualquier posible oposición dentro del régimen. La situación de Ziane pone en evidencia las tensiones políticas en Marruecos y la poca tolerancia a la disidencia, mientras su círculo cercano teme que no sobreviva al encarcelamiento.
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