Dos ciudadanos españoles, el periodista Asier Aldea y el youtuber Rama Jutglar, han sido expulsados del Sáhara Occidental por las autoridades marroquíes tras su llegada a Dajla, un territorio bajo ocupación marroquí. Los expulsados denunciaron que se les impidió el paso a El Aaiún y fueron finalmente retenidos en el aeropuerto de Casablanca durante varias horas sin sus pasaportes antes de ser enviados de vuelta a Madrid. Este incidente suma un total de nueve españoles deportados del Sáhara Occidental en lo que va del año 2025. A pesar de estas acciones repetidas, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha optado por no presentar protestas formales ante el gobierno de Marruecos.
Las restricciones impuestas a periodistas y activistas que intentan ingresar al Sáhara Occidental han sido criticadas duramente por diversas organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que denuncian la zona como un «agujero negro informativo». En el pasado, otros periodistas y políticos españoles, incluidos parlamentarios vascos, han sido arrestados o se les ha denegado la entrada. Estas acciones reflejan una política consistente de Marruecos para controlar la información proveniente de la región, una acción que ha sido condenada por la comunidad internacional y que sigue sin encontrar respuesta firme por parte del gobierno español.
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