Jessica Lange, una aclamada actriz estadounidense, está embarcada en un nuevo proyecto que podría traer de vuelta a la icónica Marlene Dietrich a la pantalla. A los 76 años, Lange está desarrollando una obra sobre la gira final de Dietrich, un momento crucial en la vida de la legendaria diva que marcó su despedida de los escenarios en los años setenta. Dietrich, quien dejó Berlín en rechazo al nacionalismo, pasó su vida como una estrella errante, admirada por grandes nombres como Orson Welles y Billy Wilder. Su último acto fue enriquecido por su colaboración con el joven Burt Bacharach, lo que destaca la capacidad de la actriz para rodearse de talento en cada etapa de su carrera. Lange, quien también es conocida por su capacidad proteica, podría dar vida con gran autenticidad a este papel tan significativo.
El reciente fallecimiento del legendario actor Robert Redford ha provocado una reflexión sobre el estado actual del mundo del cine y la sociedad, recordando tiempos en que figuras como Marlene Dietrich huían de fanatismos religiosos y comerciales. Mientras el panorama cultural enfrenta desafíos, con cines transformados en templos religiosos y una creciente ola de integrismo, voces como la de la cineasta argentina Lucrecia Martel emergen como un faro de resistencia. Martel, en el Festival de Venecia, subrayó la importancia de asumir riesgos en el arte y promover el diálogo intercultural, sosteniendo que el cine sigue siendo una herramienta crucial para narrar las realidades contemporáneas. En este contexto, la obra de Lange y su interés en Dietrich resuenan como un llamado a no resignarse al cinismo y a seguir apostando por historias que desafían y enriquecen.
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