El 7 de noviembre, Mario Casas asistió al programa La Revuelta de La 1 para promocionar su última película, Escape. Sin embargo, su presencia en el programa fue recibida con abucheos por parte del público debido a que días antes, el 29 de octubre, había participado en El Hormiguero de Antena 3. Durante su conversación con David Broncano en RTVE, Casas explicó su presencia previa en el programa de Antena 3 asegurando que ya había confirmado su participación y que no podía cancelar. Broncano comentó entre risas que en La Revuelta no les importaba que los invitados acudiesen primero a otros programas, lo que contrastó con la creencia del actor de que El Hormiguero sí podría tener inconvenientes con tal situación. Este intercambio generó un amplio debate en redes sociales después que Broncano denunció públicamente las supuestas presiones ejercidas por el programa de Pablo Motos sobre los invitados.
La controversia se acentuó después de que Broncano tuvo que recurrir a emitir imágenes de documentales de animales al quedarse sin invitado en una de las jornadas, logrando una audiencia que compitió estrechamente con El Hormiguero, que contó con la participación de Hugh Grant. La reacción en redes sociales fue intensa, ubicando el tema entre los más discutidos en plataformas como Bluesky. Además, tres excolaboradores de El Hormiguero, incluido Flipy, elogiaron el “plan B” de Broncano, quien planeaba originalmente entrevistar al campeón de motociclismo Jorge Martín. La polémica ha puesto bajo el foco las dinámicas detrás de escena en los programas de televisión estrella de España, marcando una posible reconfiguración de cómo se gestionan las relaciones con los invitados en los shows de alto perfil.
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