La presidenta ejecutiva del ‘holding’ familiar ha compartido una reflexión sobre la trayectoria de la compañía, destacando su resiliencia frente a las adversidades económicas y sociales en el País Vasco. Desde la crisis del sector inmobiliario, que golpeó duramente a muchas empresas, hasta el desafiante proceso de transición generacional que ella lidera, la firma ha enfrentado situaciones complejas. Su llegada al poder no fue convencional; asumió el liderazgo tras el trágico asesinato de su padre a manos de ETA, un evento que marcó un antes y un después en su vida personal y profesional. Este hito, lejos de debilitar a la empresa, consolidó su determinación de fortalecer los valores familiares y el compromiso con su comunidad.
Mirando hacia el futuro, la presidenta destaca la importancia de la innovación y la digitalización en un mercado globalizado que exige rapidez y eficiencia. En sus planes estratégicos, contempla la expansión hacia nuevos sectores y mercados, manteniendo siempre la ética empresarial como guía. En sus declaraciones, enfatiza que el legado de su padre y la historia del grupo actúan como un pilar fundamental para la toma de decisiones, asegurando que el ‘holding’ siga siendo un referente en el País Vasco. La firmeza con la que enfrentaron los desafíos pasados les permite ahora mirar con optimismo hacia los próximos años, en los que planean consolidar su presencia internacional y continuar brindando soluciones sostenibles en sus áreas de actuación.
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