Desde la cancelación de Sálvame hace dos veranos, los presentadores del icónico programa han navegado por diversas cadenas y plataformas, enfrentándose a un recorrido lleno de altibajos. Su último intento, La familia de la tele, fracasó estrepitosamente tras apenas un mes y medio al aire, logrando una escasa cuota de pantalla del 4.5% y solo 332,000 espectadores de media. Este resultado ha llevado a especulaciones sobre la permanencia de María Patiño y Belén Esteban en RTVE, donde se aseguró que ambas no tendrían más oportunidades, información que Patiño ha desmentido categóricamente en redes sociales.
A pesar del fracaso del programa, una fuente de RTVE comentó que el formato exploró un «tipo de corazón que ya no tiene sentido ni futuro», subrayando que las presentadoras no estaban bajo contrato con la cadena pública, sino con la productora La Osa. Patiño, por su parte, ha hecho autocrítica sobre la falta de conexión del programa con la audiencia, reconociendo que el menú propuesto no fue bien recibido y que el programa carecía del elemento fundamental: «alma». También cuestionó la supuesta crisis en el prensa del corazón, aludiendo al éxito de otros formatos de entretenimiento en plataformas digitales y en la televisión tradicional.
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