En el marco de la conmemoración del 23 de enero, una fecha emblemática en Venezuela que celebra el derrocamiento del dictador militar Marcos Pérez Jiménez en 1958, la líder opositora ha lanzado un llamado a la acción con una estrategia renovada, que califica como el «último round». Este enfoque pretende movilizar a las fuerzas opositoras y a la sociedad civil en una clara señal de resistencia contra el actual gobierno, marcado por años de crisis económica y tensión política. La líder ha enfatizado la importancia de la unidad y la participación ciudadana, subrayando que solo mediante un esfuerzo conjunto se podrán lograr cambios significativos en la nación sudamericana.
Con una serie de actividades planificadas que incluyen manifestaciones y encuentros comunitarios, la oposición busca revitalizar el espíritu de lucha que en 1958 llevó a la salida del poder de Pérez Jiménez. Según declaraciones recientes, este movimiento no solo conmemora aquella victoria histórica, sino que también pretende ser un catalizador para un cambio político en el presente. En esta cruzada, las voces disidentes han hecho un fuerte llamado a la comunidad internacional para que mantenga su atención sobre la situación venezolana, señalando que el apoyo exterior es crucial para presionar por condiciones que permitan una transición pacífica y democrática.
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