Ante la inminente visita del secretario de Estado de los Estados Unidos, el gobierno centroamericano ha reforzado su postura respecto a la soberanía sobre el Canal, un tema de recurrente sensibilidad nacional e internacional. En declaraciones recientes, las autoridades locales han insistido en que el control del canal es un asunto completamente soberano, subrayando la importancia estratégica tanto para su economía como para la seguridad regional. La llegada del diplomático estadounidense ha reavivado el debate en torno a la influencia extranjera en proyectos de infraestructura claves, algo que históricamente ha estado en el centro de la política exterior del país.
La administración local ha destacado que, aunque están abiertos al diálogo y la cooperación internacional, cualquier intento de intervención o presión será firmemente resistido. Este mensaje fue claramente destinado a reafirmar su compromiso de preservar la independencia en la gestión del canal, especialmente en un contexto global donde la competencia por el dominio de rutas comerciales se intensifica. Desde la perspectiva oficial, defender esta infraestructura representa no solo un acto de protección del patrimonio nacional sino también un paso en la consolidación de un modelo de gobernanza autónoma ante el mundo.
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