La policía boliviana detuvo a Marcelo Arce Mosqueira, hijo del presidente Luis Arce, en una serie de investigaciones por violencia de género. Mosqueira, de 33 años, se encontraba prófugo desde el 20 de septiembre tras ser denunciado por su pareja en Santa Cruz, quien afirmó haber sido agredida físicamente por él. Las autoridades habían emitido una notificación de Interpol para su captura internacional, debido al temor de que pudiera haber abandonado el país. Finalmente, fue localizado en un condominio en la capital cruceña. La mujer víctima de la agresión relató que recibió golpes en la cara y cuerpo, requiriendo 12 días de recuperación. Pese a que retiró la denuncia en octubre tras recibir disculpas, el caso continuó debido a la naturaleza pública del delito.
El presidente Luis Arce, en su momento, declaró que la investigación debía proceder con normalidad, independientemente de que el imputado fuera su hijo, ya que este es adulto y responsable de sus acciones. La detención se produce en un contexto político tenso, a tan solo tres días de la segunda vuelta electoral presidencial en Bolivia. El Movimiento al Socialismo (MAS), partido gobernante, quedó fuera de la contienda tras ser derrotado en la primera vuelta por el expresidente Jorge Quiroga y el senador Rodrigo Paz. La situación añade una capa de complejidad a la dinámica política del país en un momento clave de transición electoral.
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