La manzanilla es una planta medicinal reconocida por sus múltiples beneficios para la salud, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y calmantes. Popularmente utilizada en infusión, esta planta es conocida por ayudar a mitigar problemas digestivos, aliviar síntomas de ansiedad y estrés, y mejorar el sueño. Además, su uso tópico se ha extendido para tratar irritaciones en la piel y como un agente desinfectante suave. La incorporación de la manzanilla en el cuidado personal diario refleja su relevancia en la medicina tradicional y moderna.
Sin embargo, a pesar de ser generalmente segura para el consumo, la manzanilla presenta algunas contraindicaciones que deben tomarse en cuenta. Las personas con alergias a las plantas de la familia de las Asteráceas podrían experimentar reacciones alérgicas al consumirla. También se recomienda precaución a quienes están bajo tratamientos anticoagulantes, ya que podría potenciar sus efectos. Asimismo, su consumo debe moderarse durante el embarazo y la lactancia, debido a la falta de estudios concluyentes sobre su seguridad en estas etapas. Por ello, se aconseja consultar con un profesional de la salud antes de integrar la manzanilla de manera regular en la dieta o como tratamiento complementario.
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