Este sábado 19 de octubre, un grupo de personas se congregará en el Parque del Retiro de Madrid para realizar un llamativo acto de protesta tras el trágico atropello de Wisper, un perro guía. A las 12:30 del mediodía, los participantes se tumbarán en el suelo y delinearán sus siluetas con tiza, emulando la escena de un crimen, en el lugar donde Wisper fue arrollado por un camión de reparto el pasado septiembre. María Gironza, dueña del perro, recuerda con pesar el incidente y detalla cómo, a pesar de sus intentos por advertir al conductor, éste no pudo evitar el trágico desenlace. El propósito de esta manifestación simbólica es reclamar medidas de seguridad en el parque para prevenir futuros accidentes similares.
La iniciativa, denominada «Paseos seguros», surge en respuesta a la coincidencia entre el horario de paseo sin correa de perros y el de circulación de camiones de reparto en El Retiro. Aunque la normativa establece una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, esta se incumple frecuentemente, explica Gironza, quien no alberga rencor hacia el camionero, pero subraya su preocupación por la seguridad de todos los transeúntes, especialmente los niños. Todos los viernes, un grupo de personas ha estado representando atropellos individuales para concienciar sobre la situación, pero este sábado la convocatoria pretende ser más masiva, con la participación de educadores y distintas personas, movidos por la urgencia de evitar futuros incidentes y promover un entorno seguro para todos.
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