Miles de personas se manifestaron en Estados Unidos el primero de mayo, un día que, aunque no es reconocido como festivo en el país, fue marcado por protestas contra el gobierno de Donald Trump. En Washington D.C., cientos se reunieron frente a la Casa Blanca, denunciando las políticas migratorias del presidente, que buscan alcanzar la mayor cantidad de deportaciones en la historia de la nación. Jennifer Vásquez Sura, esposa de Kilmar Abrego García, un salvadoreño deportado erróneamente, se destacó entre los oradores, convirtiéndose en símbolo de las injusticias derivadas de esta política. A pesar de tener protección judicial para permanecer en el país, su esposo fue enviado a El Salvador, una situación que Vásquez Sura describió como llena de dolor e incertidumbre.
Las protestas reflejaron una amplia indignación contra las políticas de Trump, con manifestantes portando pancartas que criticaban al presidente y destacaban una variedad de acciones controvertidas, desde el manejo de la inmigración hasta la retirada de acuerdos internacionales. Tony Guardad, un salvadoreño residente en el país, exhibió carteles que comparan las tácticas del gobierno estadounidense con regímenes fascistas, destacando el miedo generalizado entre los inmigrantes. Simultáneamente, el Departamento de Justicia solicitó al Tribunal Supremo que suspenda un fallo que protege a los venezolanos con Estatus de Protección Temporal, reflejando la tensión constante entre los mandatos judiciales y las acciones del ejecutivo.
Leer noticia completa en El Pais.