El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, aterrizó en Doha este miércoles tras una tensa jornada marcada por el lanzamiento de misiles balísticos desde Irán hacia Israel. Con el telón de fondo de un complejo tablero diplomático, Qatar busca mediar en el conflicto manteniendo líneas de comunicación abiertas con Estados Unidos, Israel, Líbano e Irán. Pezeshkian participará en el Foro de Diálogo de Cooperación Asiática en Doha, donde las autoridades qataríes intentarán calmar las aguas en medio de las promesas israelíes de una respuesta al ataque, pero no de manera inmediata. La diplomacia qatarí, con una larga trayectoria mediadora en escenarios internacionales complejos, considera crucial desescalar las tensiones para evitar un «desbordamiento» regional.
Qatar ha intensificado recientemente la interlocución con las partes involucradas, incluyendo viajes de altos funcionarios a Teherán tras el asesinato de figuras clave como Ismail Haniyeh. Se busca un acuerdo de alto el fuego, así como la liberación de rehenes y el alivio de la situación humanitaria en Gaza. Entretanto, Pezeshkian enfatizó que su visita pretende abordar «los crímenes» de Israel y sus violaciones al derecho internacional, advirtiendo sobre posibles reacciones más severas si no hay un cambio de conducta. La preocupación compartida entre Qatar y Estados Unidos sobre una posible escalada resalta la urgencia de encontrar una salida pacífica a la crisis, en medio de un clima de creciente hostilidad entre las partes enfrentadas.
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