Malena Alterio, conocida principalmente por su papel de Belén López en la emblemática serie Aquí no hay quien viva, ha compartido sus reflexiones sobre su carrera en un pódcast de Cadena SER. En la conversación, la actriz rememoró el impacto que su personaje ha tenido en su vida profesional, aunque expresó un deseo de pasar página. Alterio reconoció que, a pesar del cariño que siente por Belén, el hecho de que la mayoría de los espectadores la identifiquen solo con este rol puede ser abrumador. «El potorro se me pone grandote y me cansa un poco», admitió.
A lo largo de su trayectoria, Malena ha interpretado personajes memorables, como Lucía en Que nadie duerma, lo que le granjeó varios galardones. Sin embargo, ha aprendido a aceptar y disfrutar el reconocimiento que recibe por Belén, considerando que no todos los actores tienen esa suerte. Citeando a Antonio Ferrandis, famoso por su papel de Chanquete en Verano Azul, Alterio subrayó que el legado de ciertos personajes puede perdurar más allá de las obras en las que participó un actor. Su perspectiva refleja el desafío de ser recordada por un solo papel, a la vez que reconoce la importancia de valorar el amor del público.
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