En un inesperado giro de los acontecimientos en el mundo del ajedrez, Magnus Carlsen, el número uno indiscutible, ha manifestado dudas sobre su continuidad en el ajedrez clásico. Durante el torneo Norway Chess en Stavanger, Carlsen indicó que este podría ser su último torneo en esta modalidad, reflejando una falta de motivación por el ritmo clásico. Esta declaración llega tras una dolorosa derrota ante el actual campeón mundial, el indio Dommaraju Gukesh, un golpe que fue seguido por una reflexión sobre el futuro de su carrera. A pesar de esta derrota, Carlsen demostró su dominio al vencer a Hikaru Nakamura, segundo en el escalafón mundial, en una partida de muerte súbita.
El debate sobre el futuro formato del ajedrez se intensifica, con Carlsen expresando una preferencia por las modalidades rápidas y freestyle, que ofrecen mayor dinamismo en comparación con las largas partidas tradicionales. Sin embargo, sus comentarios sobre la presión y emoción del formato actual del Norway Chess revelan una valoración positiva hacia este enfoque intermedio, que combina la estrategia de la partida clásica con la rapidez y emoción de la muerte súbita. La decisión final de Carlsen podría verse influida por sus ambiciones personales, como el deseo de igualar la marca histórica de Gari Kaspárov como número uno durante veinte años consecutivos, y por el desarrollo del circuito freestyle, respaldado por el mecenas Jan Henrik Buettner.
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