El partido entre el conjunto británico y su oponente se tornó difícil y trabado desde el inicio, a causa de la estrategia defensiva implementada por el equipo británico. A pesar de los esfuerzos por romper el cerco defensivo, el juego permaneció sin goles durante la primera mitad. Los espectadores esperaban un cambio en el ritmo del encuentro, ya que ambos equipos mostraban habilidades pero no lograban concretar oportunidades claras de gol.
Fue en la segunda mitad cuando el inglés emergió como la figura decisiva, desatascando el asfixiante partido con dos espléndidos goles en apenas nueve minutos. Sus intervenciones cambiaron el panorama del juego, permitiendo que su equipo se adelantara en el marcador y tomara el control de la contienda. Estos goles no solo fueron decisivos para el resultado final, sino que también rompieron la resistencia rival, otorgando a su equipo una importante victoria en este encuentro de la liga europea.
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