El Tribunal Supremo ha expresado su preocupación por el estado de Derecho en España, uniéndose a otras voces críticas que advierten sobre posibles riesgos a la separación de poderes en el país. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión entre instituciones, donde ciertas reformas legales impulsadas recientemente han suscitado dudas sobre su impacto en la independencia judicial. Varios jueces del Supremo han señalado que estas modificaciones podrían comprometer la autonomía de los tribunales, erosionando el equilibrio de poderes que es fundamental para una democracia saludable.
La polémica surge en un momento de intenso debate político, con el Gobierno defendiendo las reformas como necesarias para modernizar el sistema judicial y hacerlo más eficiente. Sin embargo, opositores y miembros del poder judicial alertan sobre el potencial de estas medidas para concentrar poder en el Ejecutivo, debilitar el sistema de contrapesos y, en última instancia, amenazar el estado de Derecho. La situación está siendo vigilada de cerca tanto a nivel nacional como internacional, aumentando la presión sobre el Gobierno para que garantice la independencia de los tribunales.
Leer noticia completa en El Mundo.