Richard Grenell, enviado especial de Donald Trump, ha regresado a Estados Unidos tras una misión delicada en Venezuela, llevándose consigo a seis ciudadanos estadounidenses que estaban detenidos en el país sudamericano desde 2024. Grenell mantuvo una reunión en Caracas con el presidente Nicolás Maduro antes de retornar con los liberados, quienes ya habían conversado con Trump y agradecido su intervención, según se reveló en redes sociales. Esta liberación llega en un momento clave para la administración de Trump, que busca reabrir temas de negociación con Maduro, especialmente el retorno de venezolanos deportados desde Estados Unidos, un asunto que ha adquirido relevancia tras la agresiva política antiinmigrante que se ha fortalecido en los últimos meses.
La visita de Grenell no solo se limitó a la liberación de los prisioneros estadounidenses, sino que también formó parte de un intento más amplio de la Casa Blanca para reconstruir ciertos canales diplomáticos y abordar temas cruciales como el retorno de delincuentes venezolanos detenidos en Estados Unidos. En este contexto, Trump ha dejado claro que no permite la compra de petróleo a Venezuela, criticando las acciones de su predecesor, Joe Biden, quien había levantado sanciones antes de las elecciones venezolanas del año anterior. El encuentro con Maduro marca el primer diálogo de alto nivel entre ambos países desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, con Washington presionando para que Venezuela libere a todos los estadounidenses detenidos bajo cargos de conspiración, no sin antes advertir de posibles consecuencias si el gobierno de Maduro no cumple con estas demandas.
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