Un emblemático edificio del siglo XIX situado en la calle Amor de Dios de Madrid se prepara para una nueva vida, gracias a un plan especial urbanístico que transformará su uso de oficinas a residencial, asegurando a su vez la salvaguarda de su riqueza patrimonial. La Junta de Gobierno de Madrid ha dado luz verde a esta iniciativa que busca restaurar y poner en valor un inmueble construido en 1895, localizado en el corazón del histórico barrio de Cortes.
La vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, anunció que el plan no solo permitirá aumentar la superficie construida del edificio, sino que también exigirá la restauración de varios elementos arquitectónicos que actualmente se encuentran en un estado de conservación muy deteriorado. Sanz destacó que se obligará al promotor, Siete Hachas S.L., a llevar a cabo mejoras significativas, incluyendo la sustitución de carpinterías y la incorporación de lucernarios que aporten luz natural al interior, manteniendo el respeto por su configuración histórica.
El edificio cuenta con una superficie construida de 704,6 m², y su futura función residencial se articula en unidades constructivas que deberán superar los 90 m² útiles cada una. Esta transformación está en armonía con el estatus patrimonial del inmueble que, debido a su ubicación en el área de planeamiento ‘Centro Histórico’, dispone de un grado 1, nivel de usos A de protección, reflejado también en el Catálogo General de Edificios Protegidos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
El estado actual del edificio, que perteneció a la Junta Provincial de Beneficencia de Madrid, es de conservación deficiente, con zonas apuntaladas y estructuras de madera afectadas por humedades. La intervención proyectada busca, por tanto, dotarlo de condiciones aptas para el uso residencial, conservando a la vez sus valores históricos y artísticos.
El plan especial ha pasado los trámites necesarios, recibiendo el visto bueno de la Dirección General de Planeamiento y de la Comisión para la Protección de Patrimonio Histórico, Artístico y Natural del Ayuntamiento de Madrid, así como de varios organismos de la Comunidad de Madrid, incluyendo la Comisión Local de Patrimonio y la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Con esta transformación, el edificio no solo se adaptará para cumplir con los estándares modernos de habitabilidad, sino que además se integrará como parte del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, en un ejercicio que equilibra la innovación con la conservación, consolidando su relevancia como Bien de Interés Cultural. Esta noticia revitaliza un rincón del paisaje urbano de Madrid, mostrándose como ejemplo de una renovación arquitectónica que mira hacia el futuro sin desprenderse de su legado del pasado.