La región EMEA, que abarca Europa, Oriente Medio y África, sigue fortaleciendo su presencia en el sector de los centros de datos, experimentando un notable incremento del 9% en su capacidad operativa tan solo en el último año. Además, el tamaño total del mercado, que incluye tanto las instalaciones en funcionamiento como aquellas en construcción o planificación, se ha expandido un 16%. Así lo revela el informe más reciente de Cushman & Wakefield, que ofrece un detallado análisis sobre 32 mercados dentro de esta región.
España, aunque todavía detrás de potencias como Reino Unido, Alemania e Irlanda, ha emergido significativamente en el panorama europeo de infraestructuras digitales. Con una capacidad total de mercado de 852 MW, el país ocupa el octavo puesto en la clasificación regional, consolidándose como un destino preferencial para las inversiones en este ámbito. Este crecimiento está fuertemente vinculado al aumento en la demanda de tecnologías como los servicios en la nube, la inteligencia artificial y la digitalización empresarial.
Madrid se erige como la joya de esta expansión en territorio español. La capital, con una capacidad total de 538 MW, se sitúa entre las diez ciudades más relevantes de EMEA en cuanto a infraestructura de centros de datos. Su ubicación estratégica, combinada con una sólida red de infraestructuras digitales y el acceso a energías renovables, la convierten en un punto de inflexión para los inversores del sector. El desarrollo en la ciudad se ha visto potenciado por los llamados hiperescaladores, que gestionan centros de datos a gran escala, así como por la aparición de nuevos proveedores de colocación que arriendan sus instalaciones a empresas.
El dinamismo del sector en Madrid es evidente en operaciones destacadas, como la adquisición de terrenos por parte del Damac Group, que planea levantar un centro de datos con una inversión de 400 millones de euros. Este tipo de transacciones subrayan el creciente interés de los inversores por la región, cimentando el camino para que España aumente aún más su influencia en el ecosistema digital de EMEA.