Madrid Río, el emblemático corredor verde que transformó la capital española tras el ambicioso proyecto de soterramiento de la M-30, se prepara para celebrar su 14º aniversario en abril. Desde su inauguración el 15 de abril de 2011, este pulmón urbano ha evolucionado constantemente, integrando y conectando importantes áreas verdes de la ciudad, como la Casa de Campo y los parques del Oeste y lineal del Manzanares.
En una reciente visita, Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, acompañado de otras autoridades locales, destacó las continuas mejoras efectuadas en esta histórica zona. Durante este evento, realizado en el invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela, Carabante anunció la plantación de 270 árboles y más de 10,000 arbustos que se integrarán en la flora del parque a lo largo de los próximos meses, tanto en Madrid Río como en el parque lineal del Manzanares.
Estas plantaciones forman parte de un esfuerzo más amplio de conservación y mejora que abarca desde la instalación de nueva iluminación en el Puente de San Isidro hasta la creación de un paso peatonal que conectará con la futura área verde del APE Mahou Calderón. Las labores incluyen la reparación del pavimento en varios puntos clave del parque, mantenimiento de mobiliario urbano y mejoras en el sistema de riego.
El compromiso con el mantenimiento y realce del parque lineal del Manzanares también incluye trabajos de renovación de infraestructura, como la reparación de bancos y talanqueras, y la actualización de aseos públicos.
El invernadero del Palacio de Cristal, que exhibe una rica diversidad de ecosistemas a través de sus microclimas tropicales, subtropicales y desérticos, también será objeto de mejoras. Se ha iniciado la sustitución del sistema de sombreado, junto con una revisión de los sistemas de calefacción y humectación, para asegurar la conservación óptima de las plantas.
Además de sus espacios verdes, Madrid Río ofrece 30 kilómetros de sendas ciclables, monumentos históricos y contemporáneos, y una variedad de instalaciones recreativas y deportivas. Los visitantes pueden disfrutar del emblemático Salón de Pinos y descubrir los seis grandes jardines que adornan este corredor. La integridad de su diseño se embellece con las fuentes y estanques a lo largo del recorrido, entre los que se incluyen obras arquitectónicas notables como el Puente Monumental de Arganzuela.
Borja Carabante subrayó la invitación a que los madrileños disfruten de esta joya urbana, que sigue afianzándose como un espacio de refugio y encuentro con la naturaleza, en el corazón de la agitada vida urbana de la capital. Con el transcurso de los años, Madrid Río continúa consolidándose como un esencial legado verde para futuras generaciones, uniendo historia, naturaleza y modernidad en un trayecto común hacia el futuro.