En una mañana iluminada por el sol de invierno, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, junto con destacados miembros del consistorio, recorrieron Madrid Río para detallar las recientes labores de conservación y embellecimiento de esta vital área verde de la capital. En compañía del concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y la concejala de Arganzuela, Lola Navarro, Carabante presentó una ambiciosa iniciativa de plantación que, hasta marzo, verá la incorporación de 270 nuevos árboles y más de 10.000 arbustos tanto en Madrid Río como en el parque lineal del Manzanares.
Las tareas de renovación no se limitan a la flora. El Puente de San Isidro, que ostentará un nuevo paso peatonal para conectar con la zona verde del APE Mahou Calderón, ha sido equipado con focos sobre las farolas para garantizar una óptima iluminación. Mientras tanto, Madrid Río experimenta mejoras en su infraestructura que incluyen la reparación de pavimento adoquinado y la renovación de papeleras y sanecanes.
No descuidando el componente cultural y recreativo, se ha mantenido un enfoque particular en revalorizar espacios emblemáticos como el invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela. Aquí, Carabante anunció que se están reemplazando los sistemas de sombreado y revisando los sistemas de calefacción y humectación para asegurar la preservación de diversas plantas, tesoros botánicos del parque.
El esfuerzo por revitalizar y mantener estas áreas es parte de la visión de Carabante de ofrecer una experiencia enriquecida a los madrileños. Con un llamado a disfrutar de los espacios, el delegado subrayó la importancia de los treinta kilómetros de sendas ciclables que entrelazan parques, monumentos y áreas recreativas, desde el Salón de Pinos hasta los emblemáticos puentes y presas del río Manzanares.
Además, el énfasis en la conservación y accesibilidad de estos espacios se ve en acciones concretas en el parque lineal del Manzanares, donde se han reformado numerosos elementos como bancos y aseos, garantizando que continúen siendo lugares acogedores.
Con sus espacios verdes, fuentes ornamentales y una rica oferta cultural y de ocio, Madrid Río y el parque lineal del Manzanares se afianzan no solo como pulmones verdes de Madrid, sino como puntos de encuentro y disfrute para la comunidad. La ciudad, en constante evolución de la mano de la naturaleza, refuerza su compromiso con un desarrollo sostenible y una calidad de vida mejorada para todos los ciudadanos.