La Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid ha aprobado hoy la designación de una nueva zona verde en el distrito de Chamberí con el nombre de Salvador Rivas Goday. Este reconocimiento llega en honor al destacado catedrático madrileño de botánica y académico numerario de la Real Academia de Farmacia de la capital, cuya vida y obra estuvieron estrechamente vinculadas con esta área de la ciudad. El espacio verde, ubicado a la altura del número 50 de la calle de Raimundo Fernández Villaverde, no poseía hasta ahora ningún nombre oficial. Con esta aprobación, el Ayuntamiento formaliza el acuerdo plenario de la Junta Municipal de Chamberí que tuvo lugar el 14 de marzo de 2024.
Nacido en la plaza de Alonso Martínez el 1 de diciembre de 1905, Salvador Rivas Goday residió durante la mayor parte de su vida en Chamberí. Inicialmente, vivió en la calle de Viriato y posteriormente se trasladó a la residencia de profesores de la Universidad Complutense de Madrid en la calle de Isaac Peral. Rivas Goday, que falleció en 1981, obtuvo un doctorado en Farmacia y ascendió a la Cátedra de Botánica en la Universidad Complutense en 1942. Su carrera en la investigación, docencia y actividad profesional le valieron el reconocimiento como académico numerario de la Real Academia de Farmacia de Madrid.
Su influencia en el campo de la botánica fue vasta, siendo presidente de la Real Sociedad de Historia Natural y director del Instituto Botánico A.J. Cavanilles del CSIC. Sus métodos de trabajo han sido seguidos por miles de estudiantes de Farmacia, lo que subraya su legado en la educación científica. En el ámbito científico, Rivas Goday publicó más de 250 trabajos, destacándose entre ellos títulos como «Aportaciones a la fitosociología hispánica» (1957), «Contribución al estudio de la Quercetea ilicis hispánica» (1960) y «Vegetación potencial de la provincia de Granada» (1969).
Además, colaboró estrechamente con otros destacados científicos. Junto a Manuel Gómez-Serranillos, publicó «Plantas superiores con acción antitumoral» (1979), y coescribió «Botánica Descriptiva» con T.M. Losa y J.M. Muñoz. Su trabajo no solo ha dejado una huella indeleble en la botánica española, sino que también ha contribuido significativamente al conocimiento y conservación de la flora ibérica.
La decisión de la Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid de nombrar este espacio verde en su honor no solo reconoce sus contribuciones científicas, sino también celebra su fuerte vínculo con el distrito de Chamberí.