En un esfuerzo conjunto por mejorar la seguridad y la prevención de incendios en hogares vulnerables, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, y el de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, han lanzado una innovadora iniciativa en Madrid. Este programa ha sido presentado en un complejo de viviendas de la capital, donde se ha entregado gratuitamente detectores de humo a familias de bajos recursos.
La propuesta se enmarca dentro de una campaña más amplia que incluye un Plan de Formación. Este plan es llevado a cabo por los Bomberos de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento, e instruye tanto a las familias beneficiarias como a los técnicos responsables del Sistema de Asistencia Vecinal de la AVS. El objetivo es proporcionar conocimientos sobre cómo reaccionar en caso de incendio y otras situaciones de emergencia, subrayando la importancia de la prevención.
Jorge Rodrigo destacó que es una medida sin precedentes a nivel administrativo en el país: «La entrega de detectores a colectivos vulnerables es fundamental. Queremos sensibilizar a todos los madrileños sobre la importancia de la prevención, ya que los incendios se propagan rápidamente y causan daños irreversibles en cuestión de minutos».
Carlos Novillo, por su parte, insistió en la necesidad de modificar la normativa para hacer obligatorio el uso de detectores de humo en viviendas. «Hemos solicitado al Gobierno central en tres ocasiones que tome medidas para incorporar esta regulación en la legislación vigente. En otros países, ya es una exigencia legal y es el sistema más económico para garantizar la seguridad», afirmó.
Según la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), la mayor parte de los fallecimientos por incendios en España ocurren en viviendas, siendo la intoxicación por humo la principal causa, responsable de 2 de cada 3 muertes. Además, señalaron el alarmante dato de que cinco inhalaciones de humo pueden ser letales.
En 2024, el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid reportó que el 35% de sus intervenciones se debieron a incendios, con el 58% ocurriendo en el interior de viviendas. Esto representó un aumento del 10% respecto al año anterior, manteniéndose el número de víctimas mortales en cuatro.
La iniciativa busca no solo mejorar la seguridad de las familias más vulnerables sino también inspirar un cambio legislativo a nivel nacional, promoviendo así una cultura de prevención y seguridad en todo el país.