En un esfuerzo coordinado, los equipos de emergencia lograron restaurar el suministro eléctrico en los últimos municipios afectados de la región alrededor de las 3.00 de la madrugada. La falta de electricidad, provocada por una serie de averías tras la tormenta del pasado fin de semana, dejó a miles de hogares a oscuras durante varias horas. Las autoridades desplegaron recursos adicionales para acelerar las tareas de reparación, asegurando que las líneas eléctricas dañadas fueran restablecidas lo más pronto posible. La colaboración entre las compañías eléctricas y los operativos de protección civil fue clave para superar los desafíos presentados por el clima adverso.
Mientras tanto, los residentes afectados expresaron su alivio tras el restablecimiento del servicio, aunque muchos señalaron la necesidad de mejorar la infraestructuras para evitar incidentes futuros. Las interrupciones prolongadas suscitaron debates sobre la preparación ante emergencias y la capacidad de respuesta de las autoridades locales. Los expertos ya planean medidas para reforzar la red eléctrica, considerando inversiones en tecnologías más resilientes y programas de mantenimiento preventivo. Esta experiencia deja lecciones importantes para el manejo de situaciones de crisis, subrayando la importancia de una planificación y coordinación efectivas.
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