Hoy, la capital de España ha rendido homenaje a uno de sus históricos líderes. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha presidido el acto de inauguración de una nueva placa que da nombre al parque Alcalde de Madrid José Luis Álvarez y Álvarez, un espacio verde simbólicamente ubicado entre los distritos de Hortaleza y Ciudad Lineal. Este gesto honra al que fuera un destacado edil durante la Transición, así como ministro y jurista de renombre.
Acompañado de la vicealcaldesa Inma Sanz, el delegado de Urbanismo Borja Carabante, y los concejales de Hortaleza y Ciudad Lineal, David Pérez y Nadia Álvarez respectivamente, el evento contó también con la presencia del exalcalde José María Álvarez del Manzano y familiares del homenajeado.
Durante su intervención, Almeida destacó el legado duradero de Álvarez y Álvarez, enfatizando su papel como un referente político cuya visión y decisiones continúan inspirando el futuro de Madrid. Resaltó su dedicación a la ciudad, subrayando cómo sus prioridades en defensa del medio ambiente, el transporte público y la protección del patrimonio siguen siendo relevantes hoy en día. “Plantó más de 25,000 árboles y aprobó el primer catálogo de edificios protegidos de la ciudad”, recordó el alcalde, mencionando además las innovaciones en facilidades de transporte público para mayores.
El parque, anteriormente conocido popularmente como parque de la Mermelada Casera, se sitúa en el barrio de Santiago Apóstol. La nueva denominación fue una propuesta conjunta de las juntas municipales de los distritos involucrados y recibió la aprobación de la Junta de Gobierno el pasado 30 de enero.
José Luis Álvarez y Álvarez, nacido en 1930 en Madrid, dejó una huella imborrable en la política y el derecho. Con una brillante carrera académica en Derecho, desempeñó funciones significativas, incluyendo ser ministro de Transportes y Comunicaciones y luego de Agricultura durante el mandato de los presidentes Suárez y Calvo Sotelo. A pesar de su renuncia al cargo de alcalde para competir en las elecciones municipales de 1979, siempre se mantuvo activo en la vida política del país.
Fallecido en agosto de este año, su legado perdura no solo en la memoria de la ciudad, sino también en los árboles que continúan creciendo gracias a su visión.