Madrid inicia el 2025 con una noticia celebrada: la calidad del aire de la ciudad ha alcanzado niveles sin precedentes, cumpliendo por tercer año consecutivo con la directiva europea de calidad del aire. Según el alcalde José Luis Martínez-Almeida, la capital española ha consolidado un modelo de ciudad más limpio, saludable y sostenible. Lo que hace una década parecía imposible, ahora es una realidad palpable para los madrileños.
Entre 2010 y 2021, Madrid enfrentó serias dificultades para cumplir con los límites anuales de dióxido de nitrógeno (NO₂) impuestos por la normativa europea, que establece un máximo de 40 microgramos por metro cúbico (μg/m³). 2017 fue el año más crítico, con un exceso de este límite en 15 de las 24 estaciones de monitoreo. Sin embargo, en 2024, ninguna de estas estaciones superó los 31 μg/m³, un logro que destaca el avance significativo en el control de la contaminación atmosférica.
La emblemática plaza Elíptica, un antiguo punto crítico de contaminación, registró una concentración de 31 μg/m³ de NO₂ en 2024, una reducción del 41,5% desde 2019. A su vez, otras estaciones como Escuelas Aguirre y Urbanización Embajada mostraron descenso del 45,1% y 52,6% respectivamente.
Almeida subrayó que Madrid se adelanta a los objetivos europeos de 2030, que establecen un límite de 20 μg/m³, al alcanzar ya esos valores en nueve estaciones, incluyendo lugares como Arturo Soria, Retiro y El Pardo. La estrategia ambiental «Madrid 360» ha sido instrumental en este éxito, demostrando que el crecimiento económico puede ir de la mano con la sostenibilidad ambiental.
Otra prueba contundente del progreso es que, por tercer año consecutivo, no se ha activado el Protocolo de actuación para episodios de contaminación. Desde su última aplicación en diciembre de 2021, Madrid ha logrado mantener bajo control los niveles de NO₂, marcando un cambio drástico respecto a años anteriores.
Por quinto año consecutivo, la ciudad también ha cumplido con el Valor Límite Horario (VLH) de NO₂, estableciendo un récord en mantener las concentraciones horarias máximas a niveles más bajos que nunca, una mejora palpable desde 2020.
El alcalde agradeció a los madrileños por su esfuerzo y colaboración en alcanzar estos resultados. Confiado en el nuevo año, Martínez-Almeida expresó su deseo de seguir avanzando y construyendo un Madrid mejor para todos, capaz de compararse con cualquier gran ciudad europea en cuanto a calidad del aire y sostenibilidad.