La Comunidad de Madrid avanza en su objetivo de regular el uso de la tecnología en el ámbito educativo con una nueva normativa pionera. Este marco legal, que busca equilibrar la adquisición de competencias digitales con la protección frente a los riesgos del uso temprano e intensivo de la tecnología, fue discutido por el Consejo de Gobierno tras la presentación de un informe detallado por parte de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades.
El punto central de esta nueva normativa es la restricción del uso individual de dispositivos digitales en las etapas de Infantil y Primaria. Los estudiantes en estos niveles no podrán utilizar tablets, ordenadores o móviles para tareas académicas de manera individual fuera del horario escolar, lo que implica que tampoco se les asignarán deberes que requieran el uso de estas tecnologías.
En un esfuerzo por permitir el acceso controlado a la tecnología, se autoriza el uso compartido de dispositivos entre dos o más alumnos para fines pedagógicos, siempre bajo la guía y supervisión de los docentes y con limitaciones de tiempo adaptadas a cada etapa educativa. Para los niños de 3 a 6 años en el segundo ciclo de Educación Infantil y los de los dos primeros cursos de Primaria, esta interacción estará restringida a una hora semanal. En los cursos superiores de Primaria, la normativa permite un aumento gradual del tiempo de uso compartido: hasta una hora y media semanal en 3º y 4º, y hasta dos horas en 5º y 6º.
Un aspecto crucial de esta regulación es la prohibición total del contacto con dispositivos digitales para los niños del primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años), reflejando un enfoque conservador y precautorio sobre el uso de la tecnología en las primeras fases del desarrollo.
En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), la decisión sobre el uso individual o compartido de dispositivos recaerá en los propios centros educativos, que deberán evaluar las características de sus programas, así como la edad y madurez de los alumnos, para establecer sus normativas internas de uso.
La normativa también prevé excepciones importantes para alumnos con necesidades específicas de apoyo. Aquellos que requieran el uso de dispositivos digitales para su aprendizaje, y cuenten con un informe psicopedagógico que lo respalde, podrán utilizar estos recursos sin limitaciones de tiempo. Asimismo, se permitirá el uso habitual en materias optativas o proyectos que demanden competencias digitales específicas.
Aunque se espera que el nuevo decreto entre en vigor en el curso 2025/26, los centros que actualmente operen con programas que contemplen el uso individual de dispositivos contarán con una moratoria hasta el 31 de agosto de 2026 para adaptarse a las nuevas disposiciones. Esta medida busca ofrecer un margen de tiempo razonable para que las instituciones ajusten sus enfoques educativos a esta innovadora regulación.
Con esta iniciativa, la Comunidad de Madrid se sitúa a la vanguardia en la tarea de definir cómo las tecnologías de la información deben integrarse en el sistema educativo, procurando un equilibrio que permita a los estudiantes obtener las habilidades digitales necesarias sin exponerles a los riesgos asociados al uso excesivo o inadecuado de la tecnología.
