El último informe del Observatorio de Vivienda y Suelo ha revelado que el Ayuntamiento de Barcelona se sitúa en el segundo puesto a nivel nacional, en cuanto a la disponibilidad de viviendas públicas de alquiler, con un total de 8.520 inmuebles. Este posicionamiento reafirma el compromiso de la ciudad con el acceso a la vivienda, en un contexto urbano donde la demanda y los precios han experimentado un crecimiento considerable en los últimos años. Barcelona ha implementado políticas enfocadas en ampliar su parque de vivienda social, lo que refleja un esfuerzo por mitigar el impacto del mercado inmobiliario y ofrecer opciones asequibles a sus residentes.
Por otro lado, el Consistorio de Málaga ocupa el tercer lugar en esta clasificación, con un parque de 4.311 viviendas públicas. Málaga, aunque con menor número en comparación con Barcelona, sigue avanzando en el sector de la vivienda social, un paso crucial para una ciudad que también ha visto un aumento significativo en la presión del mercado inmobiliario debido al turismo y el crecimiento económico. Ambas ciudades destacan en un informe que llama la atención sobre la importancia de las políticas de vivienda pública como herramientas esenciales para garantizar un acceso más equitativo a la vivienda en las principales ciudades del país.
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