El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha anunciado una nueva inversión histórica en el ámbito del cuidado domiciliario, con la adjudicación de contratos que entrarán en vigor a partir del 1 de septiembre de 2025. Estos contratos, que estarán vigentes hasta el 31 de agosto del mismo año, tienen como objetivo reforzar el apoyo a los ciudadanos que más lo necesitan, a través del Programa Individual de Atención (PIA).
La Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, liderada por la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia, ha incrementado su apuesta por mejorar la calidad de vida de las personas dependientes. La nueva inversión, que asciende a 467 millones de euros, supone el doble del presupuesto anterior, permitiendo así la contratación de un mayor número de trabajadores especializados.
Los profesionales del Servicio de Ayuda a Domicilio de la Comunidad de Madrid desempeñan un papel crucial en la asistencia diaria de los ciudadanos. Su labor abarca desde el apoyo en actividades cotidianas como el aseo personal, lavado y planchado de ropa, y movilidad dentro del hogar, hasta servicios de limpieza, preparación de comidas y mantenimiento básico del hogar. Estos servicios no solo alivian la carga diaria de las personas dependientes, sino que también actúan como un importante factor contra la soledad.
Además de las tareas domésticas, el servicio ofrece acompañamiento en salidas fuera del domicilio. Los profesionales ayudan a los usuarios en actividades como paseos, compras de alimentos, citas médicas y gestiones bancarias, facilitando así su integración en la comunidad y asegurando que mantienen una vida activa y socialmente conectada.
El incremento en la inversión refleja un compromiso firme del Gobierno regional por atender a una población que requiere atención especializada, asegurando que reciben un cuidado personalizado y acorde a sus necesidades. Al duplicar el presupuesto, se anticipa un aumento significativo en la calidad y disponibilidad de los servicios, beneficiando directamente a los ciudadanos dependientes de la región.
Este avance supone no solo una mejora en la atención directa, sino también un refuerzo del tejido laboral del sector, potenciando la creación de empleo y la profesionalización de los servicios de ayuda a domicilio en Madrid.