En un gesto que refuerza la conexión histórica y espiritual de Madrid con el Camino de Santiago, el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, presidió la inauguración del nuevo Albergue de las Comendadoras de Santiago y del Centro Internacional del Peregrino. Este espacio, situado en el Real Monasterio de las Comendadoras de Santiago, tiene como objetivo principal ofrecer una bienvenida dedicada a los peregrinos internacionales que comienzan su travesía en la capital española.
Con la apertura del albergue, que inicia su operativa con 26 camas, Madrid estrena un lugar específico para acoger a aquellos que se disponen a recorrer el Camino de Santiago. El Centro Internacional del Peregrino complementará esta experiencia, proporcionando asistencia, conocimientos culturales e históricos, así como orientación espiritual, en un claro guiño a la rica tradición jacobea.
El solemne acto de inauguración incluyó el descubrimiento de una placa conmemorativa, una labor en la que Martínez-Almeida estuvo acompañado por el presidente de la Asociación del Camino de Santiago de Astorga, Juan Carlos Pérez Cabezas, y el cardenal y arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro. Estas autoridades, junto a representantes de diversas asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, celebraron simbólicamente el inicio del funcionamiento del espacio con una pernoctación anticipada.
La creación de este centro jacobeo ha sido posible gracias a la colaboración entre las Comendadoras de Santiago, la Asociación de Astorga y la Red Internacional de Asociaciones Jacobeas. Asimismo, ha contado con el apoyo financiero de los fondos Next Generation EU en el programa Experiencias Turismo España, lo que subraya la apuesta por revitalizar el turismo cultural y espiritual en Madrid.
Enclavado en un entorno histórico, el Albergue de las Comendadoras se convierte en un punto neurálgico que revitaliza la tradición del Camino de Santiago en la capital. Este proyecto no solo aspira a ser un refugio para los caminantes, sino también un puente que une a Madrid con los miles de peregrinos que cada año emprenden este viaje de introspección y fe. La ciudad, así, vuelve a situarse en el mapa de los destinos jacobeos, enriqueciendo su oferta cultural y espiritual.
